La Ruta de los Ammonites o Amonites es uno de los recorridos más interesantes que pueden hacerse en El Torcal de Antequera, en Málaga.
Aunque el nombre se centra en los increíbles fósiles que permite descubrir esta ruta, sus otros tesoros son más extraordinarios, especialmente el Tornillo y el Sombrerillo.
Es un recorrido de unos 3,2 km por un sendero algo pedregoso pero sin grandes complicaciones, más sencillo que las otras rutas.
A lo largo de unas 2 horas y media recorrerás el típico paisaje de El Torcal, en parte por un pasillo flanqueado por las curiosas formaciones rocosas, pero en un gran tramo también caminarás por una ancha cornisa, balcón privilegiado con unas espectaculares vistas de la planicie hasta la costa, de los Montes de Málaga, de la Sierra de Tejeda, con el gran pico La Maroma, de la ciudad de Antequera desde lo alto y del sugerente Peñón de los Enamorados.
Y estarás muy bien acompañado por cabras salvajes, ovejas y, según la hora, por algunas vacas que pastan por la zona.
Esta ruta no está señalizada una vez dejas atrás el Tornillo, por lo que, para recorrerla, conviene que lleves contigo el plano y sepas orientarte.
Aunque la mayor parte es por un estrecho sendero de tierra bien definido, en algunos momentos te entrará la duda de por dónde continuar, y para ello es esencial guiarte por nuestras indicaciones y el plano. Especialmente si quieres ubicar todos los amonites.
Los ammonites o amonites son unos fósiles de unos animales marinos, llamados ammonoideos, que se expandieron por los mares de la Tierra de hace millones de años, desde hace 400 millones hasta hace 66 millones de años.
Parece que el choque del gran meteorito que acabó con los dinosaurios también influyó en la extinción de estos cefalópodos.
Eran moluscos con tentáculos, parecidos a los actuales nautilus, que tenían una gran concha con una forma caraterística en espiral, que es la marca que vemos hoy en rocas de muchos lugares que antiguamente estaban bajo el mar, como aquí en Málaga.
Y esa concha en forma de espiral es lo que le dió el nombre. Ya que Plinio El Viejo, el gran historiador romano del siglo I, los llamó “ammonis cornus” (cuernos de Ammon), en relación con el dios egipcio Ammon, que se representaba con cabeza de carnero. Y los cuernos del carnero tienen también esta forma en espiral.
Al morir los ammonoideos, sus conchas se depositaban en el suelo marino y, con el tiempo, los sedimientos las iban enterrando, y así se han podido conservar a lo largo de la historia.
Con el choque de las placas tectónicas, el suelo marino se elevó en el sur de la península y formó montañas donde muchos amonites quedaron al descubierto y ahora podemos admirarlos y tocarlos.
Son considerados fósiles guía o de referencia por los paleontólogos, porque ayudan a datar con bastante precisión las rocas en las que se encuentran, y aparecen en amplias zonas del planeta.
Es un viaje a la historia de nuestro planeta. Cada ammonite es una puerta que nos lleva a millones de años atrás.
Hay muchos fósiles en toda esta zona. En esta ruta te mostramos los más conocidos y accesibles.
La ruta comienza en el parking del Centro de Visitantes del Torcal de Antequera.
Desde el interior del aparcamiento mirando a la entrada, a la derecha, donde terminan las mesas para comer, comienza el sendero señalizado que conduce al Tornillo.
En unos 15 minutos llegarás a un espacio despejado. A mano izquierda verás un cartel explicativo y un banco creado en una gran roca. Justo enfrente verás El Tornillo.
Desde aquí, mirando hacia la carretera, en la montaña rocosa al otro lado de la carretera podrás divisar claramente una cabeza de simio que se conoce por El Gorila.
Coge el camino que lleva hasta la carretera y crúzala por la estrecha senda que se va alejando poco a poco de la carretera que conduce al Centro de Visitantes.
Irás bordeando la montaña por su parte izquierda.
En poco más de 10 minutos encontrás el primer ammonite, en una roca que apenas se levanta del suelo, en tu propio camino.
La senda se bifurca. Sigue la senda en su giro a la derecha por el primer gran pasillo entre rocas.
En 10 minutos llegas a la altura del segundo, que queda a unos 4 metros a la izquierda del camino, en el suelo cerca de la pared.
En menos de 5 minutos, ya saliendo del pasillo, llegas al siguiente, en una roca en el suelo.
Desde aquí tienes una bonita vista del horizonte hasta la costa.
El recorrido continúa subiendo hacia la pared lejana a tu izquierda.
Se trata de ir bordeando la pared rocosa por su lado derecho para llegar a la amplia cornisa.
En poco más de 5 minutos habrás pisado en la roca el cuarto ammonite, más pequeño.
En 10-15 minutos llegarás al siguiente.
Poco a poco alcanzas la amplia cornisa. A tu izquierda la pared con llamativas formas y a tu derecha la planicie, montañas y podrás ver el Peñón de los Enamorados.
El sendero desaparece y caminas por piedra y campo hasta que ves a lo lejos frente a ti la espectacular roca gigante con forma de platillo volante que se conoce como El Sombrerillo.
En el suelo, en una roca como a mitad del ancho de la cornisa está el quinto ammonite que vimos.
Aunque El Tornillo es el símbolo del Torcal desde tiempos remotos, la roca conocida como El Sombrerillo o el Platillo Volante es puro espectáculo.
Una maravilla natural colocada caprichosamente junto al acantilado con privilegiadas vistas de de la bella ciudad de Antequera y del Peñón de los Enamorados.
Los dos siguientes se ubican en el suelo junto al Sombrerillo. Uno en su parte exterior (en el extremo que da al acantilado) y otro detrás (en el extremo que da a la pared).
Toca volver sobre tus pasos. Algunas personas atraviesan las rocas hasta el Abrigo de Juan Ramos, junto al que hay otro ammonite. Pero no hay sendero y puede ser complejo.
A este refugio se puede llegar volviendo el camino hacia el primer ammonite.
Una vez retornas y sales del pasillo, en vez de girar a la izquierda para desandar por donde vinimos, gira a la derecha por el sendero hasta llegar, en unos 8-10 minutos, a un refugio construido con piedras en la pared. Se llama el Abrigo de Juan Ramos.
El ammonite se encuentra en los alrededores.
Para volver al parking, desde El Sombrerillo desandamos el sendero hacia el primer ammonite.
Al salir del pasillo, en vez de girar a la izquierda para desandar por donde vinimos, giramos a la derecha por la senda de arena hasta llegar en unos pocos metros a un cruce de caminos. Tomamos el que gira a nuestra izquierda mirando directamente al aparcamiento.
Seguimos este sendero hasta llegar al Centro de Visitantes en apenas 10 minutos.
No te pierdas nuestra gran guía sobre el Torcal de Antequera: todas las rutas, actividades, visitas guiadas, historia, servicios, dónde comer… y mucho más.
Fotos (excepto donde se indica otro autor): Iñigo Quintanilla (Best Rural Spain).
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